LAS Y LOS MAESTROS CUSQUEÑOS: ENSEÑANDO DIGNIDAD
No hay manifestantes más creativos que los maestros, la performatividad es basta se inventan canciones, cambian la letra de otras, hacen coreografías, teatro callejero, etc. Y sus estrategias de lucha también gozan de una gran creatividad y audacia; nadie sabe qué acciones de lucha realizarán al día siguiente. De pronto llega un whatsapp a las 3 de la mañana “Hoy tomamos el aeropuerto, pasa la voz” y ya los maestros saben que el Aeropuerto del Cusco, por donde sale y entra mucho de la economía de esta ciudad, será el punto de concentración para así una vez más seguir reclamando un aumento salarial, el pago de una deuda que es social que nadie quiere pagar, la capacitación permanente para así estar preparados para las evaluaciones entre otras cosas.
Más de veinte días ya lleva la huelga del magisterio cusqueño, y muchas cosas andan ocurriendo en un contexto político, social y económico enrarecido. En principio es una lucha descentrada y que dejó fuera de juego a la burocracia nacional del SUTEP Patria Roja, que coincidiendo con el gobierno y sectores de la caverna andan diciendo que el MOVADEF es quien mueve la huelga; nada más falso pues la tradición de lucha y organización social en Cusco siempre ha dejado poco espacio para el ultrismo. Ahora, presionados por las circunstancias y sin mayor peso político gremial, Patria Roja convoca a una jornada de lucha en estos días, poca solidaridad y empatía con la lucha en Cusco.
El SUTE Regional Cusco a diferencia de sus pares nacionales sí ha logrado la unidad de las facciones existentes, ha logrado conformar un compacto Comité de Lucha y su dirigencia, con Ernesto Meza Tica a la cabeza, ha sabido conectar con las bases, improvisando asambleas para tomar decisiones conjuntas. Mención aparte es la labor del congresista Edgar Ochoa del Bloque Nuevo Perú, que ha acompañado en marchas, en mesas de diálogo, con pronunciamientos públicos emplazando a la ministra Marilu Martens para que solucione la problemática magisterial. Todo esto ha logrado articular un sólido frente de lucha, muy lejos de Lima pero que no pasa desapercibido.
Por otro lado, es cierto que existe un gran perjuicio frente a la respuesta que los alumnos y padres de familia podrían adoptar por esta prolongada medida de fuerza y sin visos de solución. Por ello en una decidida y aleccionadora actitud los padres de familia han salido a marchar en solidaridad con las y los maestros y no solo eso, después de muchísimos años estudiantes del nivel secundaria también se han movilizado en respaldo de sus maestros, los alcaldes escolares de los colegios más representativos como Ciencias, Clorinda Matto, Garcilaso, Comercio 41,etc. encabezan marchas de apoyo con sus bandas de alcaldes, arengando y dando discursos, la calle enseña ¡Sin Luchas no hay Victorias! Repiten.
Hasta hoy las cifras de la negociación van y vienen, la tecnocracia del Minedu no ofrece solución y la ministra Martens pareciera que no está ni enterada de lo que pasa en Cusco. La represión ha sido en momentos brutal, maestros y maestras heridas en enfrentamientos con la policía, lacrimógenas por doquier y una vocación de servicio arrastrada por los suelos. Más allá de la retórica, queda claro que el Perú no puede exhibir una educación a la altura de países de la OCDE con maestros tan mal pagados.
El último siete de julio, mientras preparábamos la marcha contra el indulto al genocida y dictador Fujimori, se rompía una vez más el diálogo y en la Plaza Túpac Amaru, se anunciaba la radicalización de la lucha con medidas como huelgas de hambre o la toma de Machupicchu. Han llegado a Cusco delegaciones de maestros de Arequipa y Puno, para coordinar e iniciar una lucha marco-regional. Y una vez más desde el Sur, la agenda sindical vuelve a tomar impulso, se dan atisbos de unidad, no sin contradicciones pero se va cuestionando los sentidos comunes de la hegemonía que nos dice “donde manda el PBI, no manda calidad de vida”. Queremos maestras y maestros con salarios dignos, bien preparados para enseñar y construir un mejor y Nuevo Perú.
