Luces en la larga noche
Notas sobre la presentación en Cusco del libro "Nosotros los Indios" de Hugo Blanco
Recuerdo muy bien cuando Hugo Blanco se apareció en la puerta de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco, nos aprestábamos a iniciar la tercera marcha contra la denominada “Ley Pulpin” y muy contentos le invitamos a que encabece la marcha junto a las y los jóvenes dirigentes de entonces; era pues una de sus vidas aquella donde el histórico Hugucha marchaba, arengaba, cantaba junto a jóvenes que se ponían al hombro el país.
Y en una de sus vidas lo vi presentando una reedición de su libro “Nosotros los indios”, y claro uno espera el nostálgico momento en el que recuerda los épicos momentos en Chaupimayo, el juicio de Tacna, la cárcel, el exilio, etc. Pero no, Hugo Blanco una vez más nos recuerda que la vida es lucha permanente, y cualquier espacio es importante para seguir encendiendo el debate “Ya no lucho por una sociedad igualitaria, ahora lucho por la sobrevivencia de nuestra especie” menciona, “hay que organizarse (…), es por eso que les invito a ir al encuentro por el agua en Lima” saca un volante de su bolsillo no está seguro de las fechas. “Pasé uno de mis cumpleaños defendiendo la Laguna Azul en Cajamarca” recuerda, nos habla de Máxima Acuña y su lucha contra Yanacocha, los zapatistas, los indígenas del mundo resistiendo, no se quiere extender más, abre una ronda de intervenciones.
En el auditorio está otro mítico luchador cusqueño, Vladimiro Valer abogado defensor de los campesinos que luchaban por la tierra. De canteras trotskistas al igual que Blanco, dirigente fundamental de la segunda oleada de tomas de tierras en el Cusco, es el único que se para y pide la palabra. Saluda a su camarada y discrepa; “la única forma de luchar contra el calentamiento global, aquel que va destruir a la humanidad es mediante la lucha social, la lucha revolucionaria transformadora”. Sin tregua reafirma con convicción la urgencia de continuar “la lucha es por el socialismo” y, en esa misma línea, critica de forma dura las pugnas al interior del Frente Amplio, considerando que significó una real alternativa electoral a la hegemonía de la derecha, papel electoral que nunca se pudo transformar en un correlato orgánico, como sí sucedió-afirma Vladico- con los gobiernos progresistas en América Latina.
No hay más intervenciones, y Hugucha se reafirma en sus posiciones. Acepta el hecho de que hubo avances importantes en los gobiernos progresistas, pero menciona las contradicciones que no les han permitido obtener mayores resultados. Con sus cercanía y diferencias, ambos -Hugo y Vladimir- son y serán ejemplos de vida para mi generación, aún en la incertidumbre y el desasosiego que genera el presente de las izquierdas en nuestro país.
Es junio y el Cusco está de aniversario, hay fiesta y bullicio en las calles. Todas las sangres todas, van sumándose a esta pantagruélica celebración. En medio, hay pasado y un presente lleno de luchas y desafíos también, ojalá estemos siquiera firmes y convencidos de que la lucha es el camino y que Blanco y Valer, son luces en la larga noche.
