CONTRA PUNTO AL DÍA
CRISIS DE GOBIERNO, EMPRESARIADO Y ADIOS AL FA
Atrapado en su laberinto, el gobierno trata de escapar de sus principales problemas por dos vías distintas y contradictorias. La primera a través de los ministros, responsabilizando a la gestión anterior por el entrampamiento de las inversiones y distintas decisiones adoptadas (“Nosotros somos
herederos de una pésima gestión”, según portada El Comercio). La segunda, expuesta por el Presidente, quien coloca nuevamente en agenda el tema del indulto a Fujimori Las declaraciones del mandatario desde España, virulentamente rechazadas por los principales voceros de la bancada naranja, “descolocaron” a sus “intérpretes” políticos en el país, como se observó ayer en distintos programas televisivos en los que respondieron sobre el particular Gino Costa y Carlos Bruce.
Al parecer, el afán presidencial por jugar con la carta del indulto a Fujimori como una baza para “calmar” las aguas fujimoristas, produce el efecto contrario al buscado y les permite a éstos, rechazar cualquier posibilidad de “arreglo” que no sea el indulto humanitario. Es decir, ir por su programa máximo. La cabeza de Basombrío puede ser la primera cuota a pagar, aunque como lo evidenció Galarreta ayer en Agenda Política (Canal N), los partidarios de Keiko están midiendo el impacto de una decisión de esa naturaleza ante la opinión pública, preocupados porque las encuestas (Ipsos Apoyo) indican que la opinión pública los percibe como obstruccionistas, poco preocupados por el país y significativamente responsables de la relación de desconfianza entre el Ejecutivo y el Congreso. En otras palabras, están calculando si es Basombrío la cabeza elegida o lo es Thorne porque se dan cuenta que ambos sería demasiado.
Desde el mundo empresarial, se hace cada vez más evidente la preocupación que genera un escenario que parece escapárseles de las manos. Por todos lados y en cuanto medio posible, sus voceros han manifestado su preocupación[1] Conscientes de que Thorne, y por ende el MEF, es el flanco más débil de un gobierno que se encuentra contra las cuerdas, buscan controlar los “daños” que el gobierno se autoinfringe, a la par que evitar que en el río revuelto que la situación origina, se toman decisiones como la incorporación del “derecho al agua” a la Constitución (“Pensamientos mágicos”, editorial-El Comercio) o el retiro de circulación de Pura Vida.
La “salida” que proponen los empresarios y sus voceros, es clara ya desde tiempo atrás:” refrescar” el gabinete moviendo a los ministros más debilitados. La imprevisibilidad de PPK, es sin embargo la “variable” que no controlan y parece ser el centro de la preocupación de un mandatario que se mueve en el dilema existente desde el inicio de su gestión, entre ejercer el poder posible que le dieron las urnas o encontrar la manera de compartirlo, que en buen romance significa entregarse al fujimorismo.
En medio de este ambiente político enrarecido, el caso Pura Vida desnuda los límites del modelo y la continuidad de éste de la que este gobierno es garante. De allí, por ejemplo, que mantengan bloqueada la promulgación del reglamento de la Ley de Alimentación Saludable o su negativa a identificar las responsabilidades de DIGESA e INDECOPI en esta historia, como parte también de su afán de “proteger” la institucionalidad que es funcional al modelo. Esto puede observarse en los diversos casos hoy día en cuestión (Pura Vida, Contraloría, Chinchero, SIS y un largo etcétera), casos que además tocan la sensibilidad de la población y evidencian la existencia de una crisis que va más allá de la coyuntura, porque están afectados el conjunto de procesos del gobierno hacia adentro y sus relaciones hacia afuera. La constatación del predominio del interés privado sobre el interés público, que es un imperativo del mercado, desnuda así la esencia del modelo y la gente empieza a sentirla.
Por su parte, la crisis del FA ha escalado y merece una primera plana (Exitosa) y espacio importante en la mayoría de medios[2] además de intensas discusiones en las redes sociales. La cantinflesca y machista entrevista al congresista Humberto Morales que hiciera El Comercio, es el detonador. El tono de sus respuestas, que perjudica fuertemente al sector liderado por Marco Arana, evidenciando su estilo autoritario, antidemocrático y discriminador, hace imposible que los medios tomen partido por ellos, pero les facilita seguir afectando la imagen del conjunto de la izquierda. Todo esto, evidencia un camino de no retorno en la crisis del FA, donde no debe dejar de señalarse la responsabilidad de Arana y su aprovechamiento descarado de la ley fujimorista sobre el transfuguismo, evidenciando los “acuerdos” a los que ha llegado con ellos. El desenlace en la bancada del Frente Amplio sería así el último eslabón de una serie de hechos y desencuentros signados por el cálculo corto placista de líderes y hoy congresistas obnubilados por su cuota de poder. No nos queda más que seguir insistiendo en construir una representación de la izquierda desde abajo democrática, popular y cada vez más alejada del machismo y el autoritarismo.
[1] Veas Editorial “Urge bajar la temperatura”, del Diario Correo del 12 de junio y la columna “Importa la censura?” de Cecilia Blume en el mismo diario.
[2] Vease La República, El Comercio, Exitosa).
